"Interculturalidad en la escuela"

TODOS DIFERENTES, TODOS IGUALES

lunes, 5 de mayo de 2008

jueves, 10 de abril de 2008

ESCUELAS INTERCULTURALES


Las medidas que deben adoptar los poderes públicos para solucionar los problemas de vivienda, para vigilar la situación laboral mediante una adecuada inspección, para adaptar lingüísticamente a las personas adultas, todas ellas están encaminadas a solucionar problemas inmediatos, pero la solución definitiva a la integración de las minorías pasa por la escuela intercultural.
Si bien la verdadera responsabilidad de la educación es de los padres y madres, es la escuela como espacio de socialización y en función de su importante papel educador en quien delegan los padres, una vez más, la responsabilidad de adquisición de unos valores que permitan aprender a convivir en diversidad cultural y por tanto a encontrar soluciones pacíficas a los conflictos y tensiones que se produzcan, porque haberlos los va a haber. La bella idea de una futura sociedad intercultural y multirracial es fácilmente imaginable y asumible por los muchos que creemos en ella, pero no nos engañemos, no todos la comparten y las dificultades para llegar a respetar a unas minorías, que en principio son vistas con recelo, van a ser numerosas.
Otro obstáculo para la escuela intercultural lo pone la Iglesia Católica, que se aferra a sus poderes terrenales heredados y sigue sin aceptar que la religión salga de una vez de las escuelas para desarrollarse en plena libertad en el ámbito familiar y eclesial, que es donde debería ubicarse en un país que se dice aconfesional. Con ello se introduce en la escuela un elemento discriminatorio más para los inmigrantes que tengan otra religión, o ninguna. También tienen que ser escuelas interculturales los centros concertados. Si se financian con el dinero de todos tienen que atender las necesidades del conjunto de la sociedad y no se puede tolerar que tan sólo estudie un escaso 10 % de inmigrantes en los centros concertados, yendo a parar el 90 % de la población escolar inmigrante a la red pública (datos del curso 97/98), y no vale enarbolar la bandera de la libre elección de centro cuando les interesa.
Que los padres "deleguen" su responsabilidad educativa en la escuela no quiere decir que se inhiban de la cuestión. Muy al contrario, la formación en la familia debe coordinarse con los valores que se estén transmitiendo en la escuela. Por otra parte, en la propia escuela, el papel de los padres y madres es fundamental, tienen que dinamizar un modelo de relaciones que traduzca las diferencias culturales en riqueza de conocimientos y comprensión y en componentes de una educación solidaria, en lugar de permitir que den lugar a motivos de enfrentamiento y violencia. Las APAs tienen que comprometerse seriamente, empezando por sus Juntas Directivas, como motor para la evolución positiva de todos los padres, como elemento integrador de las familias inmigrantes, como coordinación con el profesorado, y para la colaboración con otras organizaciones sociales del entorno con fines coincidentes.
Uno de los puntos concretos a trabajar es la adecuación del Proyecto Educativo de Centro a la realidad social de los alumnos inmigrantes integrado en cada uno de los centros, fijando claramente objetivos. Como reivindicación, debe asumirse la exigencia de la suficiente dotación de profesores de compensatoria que eviten las desigualdades derivadas de factores culturales como manda el artículo 63.2 de la LOGSE.
Pedro Salguero Rodríguez. Presidente de FAPA La Rioja
"Mancha Real, Aravaca, Ca N’Anglada, El Ejido y tantos otros están siendo jalones de una tortuosa ruta de incierto destino, si no se ponen medidas correctoras desde todos los sectores implicados".
"Las autoridades no pueden dejar que las situaciones conflictivas vayan envenenándose, mirando hacia otro lado mientras ‘no pase nada".
"Si se financian con el dinero de todos, los centros concertados tienen que atender las necesidades del conjunto de la sociedad y no se puede tolerar que tan sólo estudie un escaso 10 % de inmigrantes".

PLURICULTURA

Toda cultura es básicamente pluricultural. Es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. Evidentemente los intercambios culturales no tendrán todos las mismas características y efectos. Pero es a partir de estos contactos que se produce el mestizaje cultural, la hibridación cultural...
Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas. Pero los contactos entre culturas pueden tener características muy diversas. En la actualidad se apuesta por la interculturalidad que supone una relación respetuosa entre culturas.
Mientras que el concepto "pluricultural" sirve para caracterizar una situación, la interculturalidad describe una relación entre culturas. Aunque, de hecho, hablar de relación intercultural es una redundancia, quizás necesaria, porque la interculturalidad implica, por definición, interacción .
No hay culturas mejores y ni peores. Evidentemente cada cultura puede tener formas de pensar, sentir y actuar en las que determinados grupos se encuentren en una situación de discriminación. Pero si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético que considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de respeto. Esto significa, también, que la única forma de comprender correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con sus propios criterios culturales. Aunque esto no debe suponer eliminar nuestro juicio crítico, pero si que supone inicialmente dejarlo en suspenso hasta que no hayamos entendido la complejidad simbólica de muchas de las prácticas culturales. Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo que lleva a interpretar las prácticas culturales ajenas a partir de los criterios de la cultura del -la persona- interpretante.

martes, 8 de abril de 2008

Cuento gitano: "LA AMAPOLA"


Hace bastante tiempo, vivía una familia gitana en un pueblo bastante grande. Se ganaban la vida trabajando como herreros y haciendo cestas con mimbre que cogían al lado de los ríos y vendían a la gente de los pueblo de alrededor.
Un día el hijo mayor, que estaba casado y tenía dos hijos, decidió irse con su mujer una temporada, en carro a conocer sitios más lejanos ( en aquella época no había coches).
Sus padres y hermanos intentaron, al principio, convencerles de que no lo hicieran, pero los veían tan entusiasmados, que al final, les ayudaron a preparar todo y les dieron todo tipo de consejos para el viaje: que camino seguir, que hacer al llegar a un pueblo nuevo, donde acampar....
Y se fueron a recorrer mundo de pueblo en pueblo, de feria en feria haciendo y vendiendo cestos que en aquella época pagaban bien.
Pero un día que se encontraban en una feria, lejos de su familia, el marido se empezó a encontrar mal. Fue al médico del pueblo, pero pasaban los días y no mejoraba. Con lo que habían ganado en la feria tuvieron para ir pagando las medicina y el doctor (entonces no había Seguridad social ni teléfono), pero todo fue inútil: el gitano murió.

Su mujer con mucha pena lo enterró y volvió a casa con su familia. Pero el camino era muy largo y tenía que ir vendiendo lo poco que tenía para pagar todos los gastos, para poder dar de comer a los hijos, hasta el carro y el caballo. Lleva el niño pequeño en brazos y el otro caminando, agarrado de sus faldas. Ya no le quedaba nada de dinero y se tuvo que poner a pedir a la gente que encontraba , pues solo le quedaba un trozo de pan duro.

Vio a una señora y ...
-¡Buenos días, señora! –dijo la gitana acercándose a la señora.
Pero esta pasó de largo y ni siquiera la miró.
La pobre gitana cogió a sus pequeños y siguió caminando. Al cabo de un rato vio que se acercaba un leñador. La gitana se acercó a él y le dijo:
- ¡Buenas tardes, buen hombre! ¿Me podría escuchar un momento?
Y el leñador se paró y dijo:
-Lo siento, pero no tengo tiempo para escucharla.
Y siguió su camino
La gitana siguió caminando. Ya estaba oscureciendo, de repente vio a un hombre y se acercó a él. Era un hombre con una gran capa negra y un sombrero de ala muy ancha que le tapaba la cara. La gitana con voz temblorosa le dijo:
-¡Buenas noches , buen hombre!¿ Me podría escuchar un momento? El hombre se quedó quieto y escucho a la gitana. La gitana le contó todo lo ocurrido, y el hombre sacó de debajo de la capa una amapola y le dijo:
“Lo que yo te puedo dar
debajo de esta amapola
lo encontrarás
La gitana cogió la amapola y se la dio al niño. Al volverse para dar las gracias el hombre había desaparecido. La gitana siguió su camino sin rencor porque aquel hombre le había dado todo lo que tenía y no había hecho como otros que pasaban sin contestarle ni mirarla a la cara
Pero de todas formas no le quedó más remedio que seguir caminando e ir buscando un sitio para dormir. En mitad del bosque vio un árbol, se sentaron y la sacó del delantal un trozo de pan duro que le quedaba. Le dio la mitad al niño mayor y ella se comió la otra mitad, mientras le daba de mamar al niño más chiquito. Enseguida se echaron a dormir, allí mismo, los tres muy juntitos, y el niño mayor se durmió sin soltar la amapola que el hombre de la capa negra les dio al oscurecer.
Al día siguiente el canto de los pajarillos despertó a la gitana. Se levanto y al escuchar el ruido de un pequeño río que pasaba por allí, decidió ir a lavarse.
Al acercarse vio una amapola y se extrañó. Miró en la mano del niño y no vio que tuviera la amapola. De repente se acordó de aquellas palabras que le dijo el hombre de la capa.
“Lo que yo te puedo dar
debajo de esta amapola
lo encontrarás”
La gitana corrió hasta donde estaba la amapola y empezó a escarbar a su alrededor. Sus manos tocaron algo duro. La gitana nerviosa empezó a escarbar con más rapidez.
¿Sabéis lo que encontró? Un cofre lleno de monedas de oro. Contenta despertó a sus hijos y siguieron el camino hasta encontrar a su familia y así fueron felices y nunca más volvieron a pasar necesidad.

"SI TE ATREVES A ENSEÑAR, NO DEJES DE APRENDER"


Cambio de actitudes en contextos interculturales




Resumen
La sociedad multicultural implica el contacto entre grupos diferentes, contactos fuertemente condicionados por las percepciones intergrupales. Estas percepciones están basadas frecuentemente en prejuicios sociales o étnicos que se traducen en actitudes negativas. Las aportaciones de la psicología social sobre el prejuicio y el cambio actitudinal han servido de base para el desarrollo de diversas teorías destinadas a la modificación de los prejuicios, especialmente desde la educación multicultural y/o intercultural.
El prejuicio no es innato, sino que se aprende desde los primeros años de vida, y no actúa como un razonamiento del pensamiento dirigido, sino que es un proceso inconsciente y subjetivo que necesita validarse mediante la racionalización. Para la modificación de los prejuicios, por tanto, son especialmente interesantes las actividades realizadas durante la infancia, y especialmente aquellas que tengan en cuenta elementos afectivos a parte de los cognitivos y conductuales. Este es el valor fundamental de las actividades de música realizadas en el proyecto de la Asociación Musical la Lluna Blava en el barrio del Raval de Barcelona.
De la inmigración a la interculturalidad.
Cuando en un contexto europeo, en los últimos años, se habla de inmigración, nos referimos con pocas excepciones a una inmigración económica procedente de países extracomunitarios. En nuestro país, como en el resto de países europeos receptores de estos inmigrantes, una rápida consulta bibliográfíca nos muestra el interés que suscita este tema, tratado desde múltiples puntos de vista y desde muchas disciplinas. Pero siempre la inmigración
nos interesa en la medida en que tenemos contacto con ella. Y actualmente en España, como en el resto de Europa, la principal característica de la población inmigrada respecto de las poblaciones receptoras son las diferencias culturales. Inmigración, por tanto, nos lleva a hablar de multiculturalidad, a pesar de los intentos homogenizadores de algunos sectores que parecen negar la realidad diversa.
Y consecuencia lógica de una sociedad multicultural es el contacto entre las diferentes culturas que la conforman. Pero en un contexto de inmigración, este contacto siempre estará condicionado por la posición de poder de la cultura -o culturas- dominante receptora. El contacto, por tanto, será siempre desigual y generará conflictos y situaciones problemáticas.
Para la solución de estos conflictos y problemas derivados de la realidad multicultural observable, es básico otro concepto: el de interculturalidad
, de intercambio entre las culturas receptoras y las culturas inmigrantes. Y este es un aspecto clave en el análisis de la inmigración. La nueva Europa multicultural, por tanto, debe trabajar para una comunicación intercultural, puesto que un cambio en la tendencia a determinadas visiones negativas de las "otras" culturas y determinadas actitudes xenófobas sólo es posible en el marco de la educación intercultural. Es necesario, por tanto, trabajar desde los programas educativos para relativizar los efectos negativos de los prejuicios desfavorables y esterotipos que enturbian nuestra visión de los otros y más aún cuando éstos se traducen en actitudes violentas y racistas.
Qué son y cómo se construyen los prejuicios. El enfoque psicosocial.
El estudio de la naturaleza de los prejuicios y cómo estos influyen en las actitudes, ha sido un tema largamente tratado desde la perspectiva de la psicología social. Esta disciplina, confluencia del estudio de los comportamientos individuales y sociales, ha hecho un gran esfuerzo, en primer lugar, por definir qué es el prejuicio. Desde la definición clásica del New English Dictionary, según el cual el prejuicio es "un sentimiento, favorable o desfavorable, con respecto a una persona o cosa, anterior a una experiencia real o no basado en ella"
, destacados autores de la psicología social han hecho sus aproximaciones a lo que se ha llamado prejuicio étnico o prejuicio social y que se refiere a aquellos prejuicios habitualmente negativos que se dirigen contra un grupo social o étnico determinado, insistiendo en la dimensión social del prejuicio.
Gordon W. Allport es el autor de una de las primeras aproximaciones al tema del prejuicio, que ha servido de base para el desarrollo de prácticamente todas las teorías posteriores, a pesar de haber recibido críticas por olvidar algunos aspectos socioculturales en su análisis. Según este autor, el prejuicio social es "una actitud hostil o prevenida hacia una persona que pertenece a un grupo, simplemente porque pertenece a ese grupo, suponiéndose por lo tanto que posee las cualidades objetables atribuídas al grupo". En una aportación posterior, Jones lo define como: "el juicio negativo previo de los miembros de una raza o religión o los ocupantes de algún otro rol social significativo, con indiferencia de los hechos que lo contradicen". Y más recientemente, según Brown es "la posesión de actitudes sociales o creencias cognitivas despectivas, la expresión de afectos negativos, o el despliegue de comportamientos hostiles o discriminatorios hacia miembros de un grupo a causa de su pertinencia a ese grupo"
.
El papel de la educación/aprendizaje y más específicamente de las actividades lúdicas como elementos clave para la modificación de prejuicios y el cambio actitudinal son la base de mi investigación.
La educación intercultural.
A medida que las sociedades se hacen más complejas, o que toman mayor conciencia de su diversidad interna, el problema de la articulación de las distintas propuestas generadas por actores sociales diferentes (mujeres, minorías étnicas) pasa a primer plano. La escuela se encuentra entonces frente a la inadecuación de los modelos uniformizadores (que heredó de la tradición ilustrada) con respecto a una sociedad que comienza a verse como múltiple y diversificada.
Dolores Juliano, Educación intercultural.
La realidad multicultural de las sociedades occidentales ha llevado al desarrollo de un importante debate en el ámbito educativo. La incorporación de diferentes minorías culturales en los sistemas educativos de estos países han cuestionado la validez de sus sistemas escolares en las nuevas sociedades multiculturales. Asimismo, la existencia de conductas xenófobas e incluso declaradamente racistas en algunos sectores han mostrado tambien la necesidad de trabajar desde la escuela para una buena convivencia social. Por ello, pedagogos y educadores se han visto en la necesidad de desarrollar nuevas estrategias para la integración de todos los alumnos en nuevos sistemas de enseñanza que contemplen la educación desde una perspectiva multicultural o intercultural, con valores de tolerancia y respeto a la diferencia. Los postulados de la psicología social sobre la adquisición y desarrollo de prejuicios y los distintos enfoques sobre el cambio actitudinal han sido muchas veces la plataforma sobre la que se han desarrollado estas teorías de la educación intercultural. Las teorías del aprendizaje social ven el origen del prejuicio en el proceso de socialización y en la interacción de los procesos cognitivos, afectivos y conductuales mediatizados por los agentes de socialización. Según Santiago Yubero
, existen tres tipos de agentes de socialización: los formales, representados por la escuela; los no formales, representados por la familia; y los informales (grupos de iguales, medios de comunicación). Los dos primeros se distinguen del tercero por tener objetivos educativos. Por tanto es importante actuar desde estos agentes de socialización para la modificación del prejuicio. Y, evidentemente, la escuela y otros medios educativos son los espacios más adecuados para establecer políticas de actuación.
Mi intención no es hacer un análisis extenso sobre las distintas políticas y los distintos modelos de educación intercultural, sino solamente una breve aproximación a la importancia del tema de la interculturalidad en el ámbito de la educación y la existencia de múltiples tendencias y políticas distintas en relación a este tema.
Evidentemente, la necesidad de ajuste de la realidad escolar con la realidad social ha significado la aparición de importantes debates y discusiones a nivel internacional, teniendo especial importancia las primeras políticas desarrolladas en Estados Unidos y Canadá. Según Banks y Lynch, ya en los años 60, la gran discrepancia entre los ideales democráticos y la realidad social de los Estados Unidos propiciaron la aparición de los movimientos de revitalización étnica, que pretendían cambiar la influencia de las instituciones educativas puesto que creían que estas instituciones habían sido uno de sus más importantes opresores y que, por tanto, iban a desempeñar un rol básico en su liberación. También Gleen y Jong explican cómo se solicitó a la política pública el uso de la escuela para minimizar la división potencial y los efectos desiguales de su diversidad a la hora de proporcionar oportunidades a los hijos de los inmigrante
.
En líneas muy generales, las directrices básicas de las teorías y políticas de educación intercultural responden a varios modelos distintos. En primer lugar, existe un modelo asimilacionista que no tiene en cuenta la dimensión multicultural de la escuela y pretende la asimilación de las minorías, herencia de la tradición ilustrada según Dolores Juliano. Este modelo ha sido ampliamente contestado por gran parte de la sociedad y de los sectores intelectuales y abandonados en favor de los modelos que predican el respeto y la protección de estas minorías. Son muchas las posibles clasificaciones de este tipo de modelos; la categorización que establece McCarthy
de los distintos discursos políticos multiculturales desarrollados en Estados Unidos podría servir para resumir las tendencias básicas desarrolladas en los países occidentales en relación a la educación intercultural.
McCarthy distingue tres tipos de discursos. Al primer tipo lo llama de comprensión cultural. Los discursos de esta clase están basados en un relativismo cultural que sostiene que todos los grupos sociales y étnicos son equiparables en el plano formal y abogan por un tipo de relación entre las diferentes culturas escolares basada en la reciprocidad y el consenso que deben suponer un enriquecimiento cultural para todos los estudiantes (los pertenecientes a minorías y los pertenencientes a la mayoría cultural dominante). Se pretende que los programas educativos basados en el enfoque de la comprensión cultural contribuyan a la eliminación de los prejuicios. Vemos aquí la conexión de este tipo de discurso con los postulados de la psicología social, ya que pretenden programas de cambio de actitudes para evitar la reproducción del racismo.
El segundo tipo de políticas serían las de competencia cultural. Este tipo de discurso insiste en los programas de educación bilingüe y bicultural, gracias a los cuales profesores y estudiantes deberían poder demostrar competencia en la lengua y la cultura de grupos diferentes a los de su propia herencia cultural. Según el autor, este tipo de enfoque conlleva una consecuencia imprevista y contraria a sus principios: la incorporación y la asimilación a la lengua y la cultura dominantes.
Finalmente, la tercera corriente sería la de emancipación cultural y reconstrucción social. Según este tipo de modelo, la incorporación o inclusión de la cultura minoritaria en el curriculum escolar tiene la posibilidad de influir de forma positiva en el rendimiento académico de las minorías y, en consecuencia, de mejorar sus oportunidades fuera de la escuela; es decir, a través de políticas de educación intercultural son posibles los cambios culturales y sociales.
En el caso de España, Dolores Juliano escribía en 1993: "no existe aún ni una tradición, ni una política clara al respecto, dado que el fenómeno inmigratorio es nuevo y revierte una centenaria tradición de emigración"
. Desde esta fecha hasta la actualidad, a pesar de continuar estando "a la cola" de otros países, han sido constantes las aportaciones que se han hecho sobre este tema desde diferentes ámbitos, especialmente la pedagogía y la antropología, a través de publicaciones, seminarios, congresos, cursos o conferencias.
Pero a pesar de un primer acuerdo en la necesidad de la elaboración de programas de atención a la diversidad escolar, recientemente se han alzado voces discrepantes. Cada vez son más los autores que lejos de reclamar el derecho a la diferencia, reclaman el derecho a la indiferencia. Manuel Delgado justifica este argumento considerando que "toda catalogación de minoría minoriza automáticamente a aquél a quien se adjudica, y que esto se agrava aún más cuando se invoca la condición étnica de esta minoría, en la medida que, como ya hemos señalado, en el imaginario social vigente lo étnico está asociado a lo pre o extra-moderno, es decir inferior". En esta afirmación, Delgado retomaría la idea de Eric R. Wolf, quien afirma que al poner el acento en los elementos separadores o diferenciadores de las culturas, se obvian las similitudes y el potencial de intercambio e interrelación entre ellas: "Al convertir los nombres en cosas creamos falsos modelos de realidad. Al atribuir a las naciones, sociedades o culturas, la calidad de objetos internamente homogéneos y externamente diferenciados y limitados, creamos un modelo del mundo similar a una gran mesa de pool en la cual las entidades giran una alrededor de la otra como si fueran bolas de billar duras y redondas"
.
Actividades lúdicas en la educación intercultural: mi experiencia con el proyecto de La Lluna Blava.
En el marco de la educación intercultural hay distintos enfoques y planteamientos; se insiste en la formación de los profesores y maestros, en el control de los textos escolares, en la introducción de actividades y materiales para trabajar la interculturalidad. Como ya he explicitado anteriormente, mi interés es observar cómo las actividades de tipo lúdico en un contexto educativo no necesariamente escolar representan un recurso básico para la educación intercultural a través de la modificación de prejuicios y el cambio de actitudes.
Mi reflexión está basada en la experiencia de seis años (del curso 1992/93 al curso 1997/98) con la asociación musical La Lluna Blava. Dicha experiencia consistió en un proyecto
de introducción de la música como recurso pedagógico en varios centros para niños y niñas de barrios marginados. Especialmente, este proyecto se ha desarrollado en torno a dos centros del barrio del Raval de Barcelona, un barrio de importantes problemas sociales y con un alto índice de inmigrantes extranjeros (especialmente de origen magrebí) y población gitana: el Casal dels Infants del Raval y el Centre Obert Joan Salvador Gavina.
Ambos centros disponen, entre otros, de un servicio de ludoteca diaria al cual acuden niños de 3 a 16 años y donde se realizan actividades diversas, desde refuerzo escolar hasta talleres, deportes y actividades lúdicas. Estos servicios de ludoteca se organizan según grupos de edades, distinguiendo normalmente un primer grupo de 3 a 5 años, el siguiente de 5 a 7 años, otro de 7 a 9 años, otro de 9 a 12 años y finalmente el último a partir de 12 años. Los grupos pueden recibir diferentes nombres según el centro y agruparse de diferente manera. También se puede añadir otro grupo de jóvenes a partir de 15 o 16 años, pero en todo caso, tienen un funcionamiento distinto y un proyecto pedagógico específico y diferente al de los otros grupos de edades.
Generalmente, en los centros para niños del barrio, y más específicamente en los centros en que trabajamos, las características principales son, precisamente, la situación social y económica desfavorable de sus usuarios y la multiculturalidad.
El proyecto de La Lluna Blava consistió en la introducción paulatina de actividades de música dentro del funcionamiento de las ludotecas hasta conseguir que los educadores pudieran utilizar con comodidad diferentes recursos musicales para la obtención de los objetivos pedagógicos marcados. Hay que recalcar que estos centros no són meros puntos de reunión y ocio, sino que tienen programas pedagógicos muy elaborados y que los educadores y pedagogos que trabajan en ellos tienen una gran preparación. El punto de partida del proyecto era la consideración de que la música es un recurso eminentemente lúdico y en tanto que tal, permite la obtención de determinados objetivos pedagógicos de una manera mucho más atractiva para los niños.
Dada la realidad de los centros, evidentemente uno de los objectivos trabajados fue precisamente la interculturalidad. Tradicionalmente, en los centros se realizan actividades destinadas a una buena convivencia entre sus miembros y a evitar conflictos en el seno de los grupos; uno de los aspectos observados son las diferencias culturales. Desde el proyecto de música, tambien se trabajaron actividades con esta finalidad; actividades múltiples y diversas, con grupos de distintas edades, pero siempre sobre una misma hipótesis previa:
En tanto que actividades lúdicas, las actividades relacionadas con la música permiten una aproximación y una vivencia positiva relacionadas con los contactos interculturales. En el proceso de estas vivencias lúdicas se pueden modificar e incluso superar algunos prejuicios y, en consecuencia, evitar determinadas actitudes negativas.
Para la validez de esta hipótesis, me remito a las cuestiones comentadas sobre el prejuicio y, más específicamente, sobre el cambio de actitudes. Como sostiene la psicología social, cuando existe una incoherencia o una disonancia actitudinal, tendemos a resolverla. Cuando aparece el prejuicio después de una actividad vivencial positiva, existe una de estas disonancias: por una parte, el prejuicio nos da una visión negativa sobre determinado grupo y, por la otra, disponemos de una experiencia positiva en relación al mismo grupo. Muy probablemente resolvamos esta incoherencia a favor de la vivencia personal. Además, debemos tener en cuenta que la experiencia se lleva a cabo con niños, en los cuales el prejuicio no está tan arraigado como en el caso de las personas adultas.

"Los derechos de TODOS los niños"


1.- Igualdad: Todos los niños tenemos los mismos derechos sin importar nuestro color de piel, idioma, religión, si somos niños o niñas o si somos pobres o ricos.
2.- Protección: Tenemos derecho a que nos protejan para poder crecer fisica, mental y socialmente sanos y libres. Tenemos derecho a recibir protección contra abusos y malos tratos.
3.- Identidad: Todos los niños y las niñas tenemos derecho a tener un nombre y una nacionalidad. Cada uno de nosotros es único y diferente de los demás.

4.- Opinión: Tenemos derecho a expresar lo que vivimos, pensamos y sentimos y a que nuestras opiniones se tomen en cuenta.
5.- Bienestar: tenemos derecho a un buen nivel de vida para crecer sanos en lo físico, moral, mental, espiritual y social. Derecho a una alimentación, vivienda y atención medica adecuadas.
6.- Cuidados especiales: Derecho a educación y atenciones especiales para los niños física o mentalmente disminuidos.
7.- Amor y comprensión: Derecho a comprensión y amor por parte de las familias y de la sociedad.

8.- Educación y juego: Tenemos derecho a educacion gratuita. Tenemos derecho a jugar, practicar deportes, realizar actividades culturales, artísticas y recreativas.

9.- Preferencia: Tenemos derechos a recibir atencion y ayuda preferentes en caso de peligro.
10.- Educación para la paz: Derecho a recibir una educación que fomente la solidaridad, la amistad y la justicia entre todo el mundo.

lunes, 7 de abril de 2008

Educación intercultural y Educación científica-tecnológica: De enfoques a realidades.


La educación intercultural es definida como un modelo educativo que busca fomentar el enriquecimiento cultural de los ciudadanos, partiendo del reconocimiento y respeto a la diversidad, a través del intercambio y el diálogo, que tienen por finalidad la participación activa y crítica en aras a cimentar el desarrollo de una sociedad democrática basada en la igualdad, la tolerancia y la solidaridad.
En tanto, una educación científica-tecnológica puede ser definida como un enfoque pedagógico orientado a formar ciudadanos capacitados para comprender, manejarse y participar en un mundo en el que la ciencia y la tecnología están cada día más presentes. Este enfoque ha tomado el nombre de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), el cual es especialmente apropiado para fomentar una educación tecnocientífica dirigida al aprendizaje de la participación, aportando un nuevo significado a conceptos tan aceptados como alfabetización tecnocientífica, ciencia para todos o difusión de la cultura científica.
Es imprescindible plantear soluciones para nuestra realidad diversa y compleja a la cual le es imposible soslayar el hecho de estar inmersos en un proceso de globalización, como ya veníamos anunciando. Es decir, cómo pasar de meros enfoques, que en el caso de la propuesta intercultural se ve influenciada claramente por la antropología y en el caso CTS por el interés de algunos tecnócratas que buscan una educación con fines pragmáticos, a la aplicación de los mismos en realidades concretas en nuestro caso para el Perú.
En relación a las aproximaciones conceptuales hechas, podríamos comenzar afirmando que una educación intercultural parte de los supuestos de una multiculturalidad, de esa desigualdad y exclusión que existe en un mundo globalizado donde la igualdad, la libertad y la ciudadanía están siendo revalorados como principios emancipatorios de la vida social”.
Una educación intercultural implica el reconocimiento de la diversidad existente en un país, bien podríamos recordar el título de un libro del conocido historiador tacneño Jorge Basadre Grohmann “Perú: problema y posibilidad”. Nuestro país es un conjunto de problemas pero también una gama de posibilidades para afrontar los mismos, nuestros problemas radican en nuestra diversidad ya sea climática lingüística, socio-económica, etc., pero en esa diversidad esta el sendero que nos muestra la gama de posibilidades que harían posible que el Perú logre un desarrollo autosostenido. Todo país que busca un desarrollo económico debe comenzar mejorando su nivel educativo es decir la superestructura de la sociedad.
El modelo intercultural reconoce asimismo la complejidad de lo que somos como nación, no solo una sino muchas culturas, es decir somos una nación pluricultural, que no puede ni debe excluirse de los cambios y del desarrollo tecno-científico a nivel mundial, sino formar parte de ello. He ahí, la necesidad del segundo enfoque propuesto, parecería extraño exponer un enfoque que puede ser fácilmente aplicado a países desarrollados mas muchas veces nos preguntamos cómo podríamos aplicarlo a nuestra realidad. Nuevamente el docente en el Perú se enfrenta a la disyuntiva de realizar una educación intercultural o bien una de enfoque CTS, pues bien, ambas como se ha expuesto anteriormente deben ir juntas. No solamente es necesario reconocer nuestra diversidad cultural sino que es imprescindible no negar el desarrollo en nuestro subdesarrollo.
En la sierra hay un desconocimiento sobre la amazonía y, en Lima, de manera análoga, también existe ese desconocimiento de los problemas, flora o fauna amazónica. Si bien, hay información turística sobre nuestras zonas verdes no se puede hablar de una proliferación de textos escolares didácticos, haciendo la salvedad de los trabajos del Dr. Pablo Macera y del Lic. Germán Martínez, para la sierra y la selva respectivamente.
Si estamos tratando de llevar a cabo una educación intercultural, se debe comenzar por desarrollar una “cultura política”, entendiendo polis, en el más amplio sentido del vocablo, como la preocupación que se debe asumir por el bien de la comunidad, es decir de esa “comunidad políticamente imaginada como inheremente limitada y soberana” como define Benedict Anderson a la nación.
Una cultura política reforzaría el sentido identitario de todos los ciudadanos y su necesidad de participar en una sociedad democrática y globalizada donde la ciencia, la tecnología y la innovación son parte de nuestras vidas y de nuestra problemática como país subdesarrollado que actualmente enfrenta problemas de contaminación y depredación de su medio ambiente.
Parecería sumo excentricismo hablar de un enfoque CTS en las zonas más recónditas de nuestra sierra; resultaría más aceptable escuchar hablar solamente de una educación intercultural. Sin embargo, la capacidad que tienen muchos docentes de innovar como en el caso de la pintura, usando hojas de árboles que contengan tinte para que los niños puedan colorear sus dibujos, eso es hacer uso de la tecnología e innovación, frente a un reto el hombre es capaz de encontrar salidas para dar respuesta a sus problemas.
El enfoque CTS aislado de una educación intercultural, en nuestro país, no aportaría nada nuevo; sin embargo, CTS no es solamente un trabajo interdisciplinario sino transdisciplinario pues una educación CTS termina por desbordar la suma de estos tres términos ya aludidos. De tal manera, CTS es una nueva aproximación que pone de manifiesto las relaciones mutuas, aquellas coincidencias y aquellos choques que podemos apreciar actualmente entre la ciencia, la tecnología y una sociedad pluricultural.
Si bien se puede afirmar que estamos en una era de saberes compartimentalizados y aislados, se trata de realizar un trabajo que no termine desbordando a la disciplina misma, es decir, una labor transdisciplinaria, la cual tendría por finalidad la comprensión del mundo presente en su diversidad y con sus avances tecnocientíficos. La transdisciplinariedad contemplaría diferentes niveles de la realidad, diversas lógicas y sus respectivas complejidades.



REFLEXIONES FINALES
Resulta interesante preguntarnos para qué es importante la ciencia y la tecnología, si vivimos en un país que difícilmente se puede afirmar que se conoce sí mismo. Esta interrogante debe ser formulada tanto por parte de los alumnos como de los docentes. Se trata de no quedar a la orilla del avance y de los nuevos descubrimientos sino de aprovechar nuestra diversidad biológica, marina y nuestro capital humano para salir del subdesarrollo.
La importancia de la ciencia y la tecnología no debe ser considerada solamente desde un plano superior, se trata más bien de revalorar y difundir el conocimiento ancestral y tradicional que poseen nuestras diversas regiones. Esto último solo es posible a través de una educación intercultural en la cual niños y jóvenes refuercen su identidad nacional.
La propuesta CTS hace que la división entre letras y ciencias sea muy tenue para algunos y pase desapercibida para otros pues la finalidad es la formación de una ciudadanía que no puede escapar a los adelantos científicos y tecnológicos en un mundo globalizado. Y a pesar de ser considerados periferia, no debemos vivir al margen de los adelantos de esta sociedad cosmopolita, es más nuestro reto debe ser dar a conocer cómo mantenemos nuestra unidad y nuestro sentido de identidad a pesar de nuestra diversidad y cómo podemos ser parte del desarrollo viviendo en el subdesarrollo.

Educación Intercultural y educación científica-tecnológica: Cómo estar al lado del desarrollo viviendo en el subdesarrollo.




La necesidad de una educación intercultural se ha convertido en un discurso excluyente que ha dejado de lado un enfoque interesante: el enfoque Ciencia, tecnología y sociedad (CTS) que abre un campo de comunicación transdisciplinar y promueve la participación social

Referirse a una educación intercultural es hacer alusión a una educación para la diversidad cultural, como bien afirma Carlos V. Zambrano, quien de manera muy atinada hace notar que desde 1990, esta ha cobrado mayor fuerza en América Latina. Sin lugar a dudas, la educación intercultural tiene como finalidad revalorar no solamente el pasado indígena sino también su presente, es decir no solo enfrentarse a la función social que tiene la historia sino también a su utilidad plasmada en la tradición, presente en la vida diaria de los pueblos.[1]

Cuando se menciona el tema de una educación intercultural, muchos docentes excluyen una educación científica, el mismo fenómeno ocurre cuando se hace referencia a una educación científica, de inmediato, el docente excluye una educación intercultural. Los docentes no han logrado deshacerse del gran mito en torno al divorcio entre humanitas y ciencia, lo cual no podemos negar que es notorio en nuestro medio tanto a nivel elemental como a nivel superior. En este sentido, la educación CTS fomenta un espacio de encuentro entre estas dos maneras de percibir el mundo y aporta una visión social sobre la significación de la actividad científica y tecnológica, al respecto Mariano Martín Gordillo afirma: “CTS incorpora la riqueza interpretativa de las disciplinas humanísticas y sociales para entender en qué consiste la actividad tecnocientífica y cómo se desarrolla”.[2]

La atestación precedente nos conduce a preguntarnos si la educación intercultural es tan necesaria para entender las raíces de los pueblos y su desarrollo así como su manera de vivir en el presente, es ¿acaso posible realizarla alejada de los avances tecnológicos que en las zonas más lejanas de la capital de nuestro Perú son evidentes? ¿por qué si la educación CTS y la educación intercultural intentan hacer participe a la sociedad, no es posible unificarlas? ¿acaso podemos vivir al lado del desarrollo teniendo una política educativa de subdesarrollo?. No hay lugar en el Perú donde no exista una radio, o por lo menos una lámpara, en las tribus selváticas donde poco llega la civilización llega una lámpara y un radio a pilas. Asimismo, no podemos aislarnos y escapar de la globalización pues es imposible alejarse de ella.

En esta época se hace imperativo que el docente encare el rol activo que le toca desempeñar. Este es paradigma de valores y fuente de saber para sus alumnos, como tal debe asumir el reto que le corresponde y ser sujeto activo de cambio en una sociedad democrática y responsable.

Un compromiso responsable del docente que pueda unir educación intercultural y educación científica-tecnológica daría como resultado el despertar del alumnado de manera consciente a la postmodernidad que fue dada a luz por su madre la modernidad y en muchos lugares no se han enterado de su nacimiento aún.

Interculturalidad en la musica


La educación intercultural promueve relaciones de igualdad, cooperación entre personas procedentes de culturas diferentes, mediante la enseñanza-aprendizaje de valores, habilidades, actitudes, conocimientos... Junto a esta expresión de educación intercultural, también se emplean otras como educación multicultural, multiétnica, multirracial... Al emplear los distintos términos siempre tenemos presente un enriquecimiento mutuo, gracias al reconocimiento y la valoración de las distintas culturas.

La integración de los niños desde las primeras etapas educativas en la cultura de un grupo social, incluyendo la formación cívica en los valores y normas del mencionado grupo es primordial, pero también debemos fomentar en ellos el respeto y la convivencia entre los individuos o los grupos socialmente diferentes.

La educación en ningún caso es un proceso neutro, y por eso nosotras, a través de la música, queremos optar por transmitir valores como la cooperación, la solidaridad, la empatía... Así crearemos una educación que contribuya a mantener un verdadero ambiente de paz en el mundo.

La construcción de un futuro más solidario está íntimamente vinculada al tipo de enseñanza que ofrezcamos a nuestros alumnos desde las edades más tempranas. El desarrollo de los valores en las personas toma una importancia cada vez más relevante. Al trabajar la interculturalidad a través de la música, encontramos valores universales que permiten el diálogo y la igualdad entre seres humanos.

Educar en actitudes interculturales significa dar a los niños puntos de vista no racistas, favoreciendo la predisposición afectiva positiva hacia personas de diferentes culturas y proporcionándoles la posibilidad de que manifiesten conductas tolerantes, respetuosas y solidarias. Según Enrique Santamaría una de las palabras mágicas es “comprensión”. Los niños de la clase son culturalmente diversos, heterogéneos. La tarea pedagógica estaría encaminada a reducir los problemas que esa diversidad pueda traer consigo y a utilizar sus virtualidades positivas.

Pero, ¿qué papel desempeña la música, los juegos, la literatura en una educación intercultural?. Según afirman Giraldez y Pelegrín (1996), estas manifestaciones están esencialmente vinculadas con la vida, son básicas en la formación del individuo. La música, la danza, la literatura, los juegos... son manifestaciones colectivas en las que los niños y las niñas inician lúdicamente diversos aprendizajes. Transmitidos de padres a hijos, contienen la esencia del saber, las creencias y las costumbres de cada cultura. Asumen diferentes estilos y estructuras de acuerdo al período histórico, al área geográfica o a la cultura en la que se practican, son formas de expresión de los más profundos sentimientos y aspiraciones que pertenecen a toda la humanidad.

La cultura se recrea constantemente. La música, los juegos... como elementos vitales del proceso cultural, son lenguajes recreativos en el sentido más amplio del término, ya que nos ayudan a nosotros y a nuestras culturas a renovarnos, transformarnos. Mediante este intercambio se favorece el desarrollo de la tolerancia y el respeto entre el alumnado, facilitando la comunicación y las relaciones entre individuos de culturas diferentes.

La interculturalidad se puede trabajar con la música al dramatizar cuentos. Las imágenes del artículo corresponden a uno sobre un pequeño ruiseñor que vivía en un país del lejano oriente y con su canto llenó de paz a todos sus habitantes. Con este cuento los niños entraron en contacto directo con la cultura asiática, haciéndola por unos momentos suya con la música. Como dice Gadamer “reconocer en lo extraño lo propio, y hacerlo familiar, ése es el movimiento fundamental del espíritu cuyo ser no es sino el retorno a si mismo desde el ser del otro”.



Nosotras también hemos elaborado diversos materiales para trabajar la interculturalidad, que posibilitan experiencias y situaciones a través de las cuales los niños interaccionan con el mundo externo. Estos materiales se pueden considerar didácticos porque al ser observados, manipulados y explorados provocan el desarrollo y formación de determinadas capacidades, actitudes y destrezas (Gallego y Gallego, 2001). Al utilizarlos con la música favorecemos situaciones de enseñanza-aprendizaje en un entorno más rico.

Uno de ellos es un muñeco de fácil elaboración (con globos de distintas formas, tiras de papel de periódico, pasta de cerámica, pintura, algodón...) que sirve de marioneta para realizar un teatro de guiñol. Podemos inventarnos un cuento donde nuestro amigo, que vive en otro país, les enseñe las canciones que él canta, los instrumentos musicales que toca...

Con los niños de las primeras etapas educativas se pueden confeccionar cotidiáfonos (instrumentos “informales”, “no convencionales”, “didácticos” que están realizados con objetos y materiales de uso cotidiano) y así jugar a interpretar músicas de distintos países, inventar nuevas canciones, representar y sonorizar distintas historias... Según Judith Akoschky “la confección de instrumentos sencillos encuentra en los materiales de uso cotidiano una fuente inagotable de recursos si la búsqueda se realiza con nueva mirada y oídos atentos”.

Pretendemos que los niños al trabajar la interculturalidad con la música asuman nuevas iniciativas, colaboren entre ellos, establezcan relaciones sociales en ámbitos cada vez más amplios, conozcan, valoren y respeten distintas formas de comportamiento, manifestaciones culturales y artísticas de su entorno u otro más lejano, mostrando siempre una actitud de interés y aprecio hacia las mismas.

Existen muchos materiales útiles para trabajar la interculturalidad, pero es necesario que ésta sea una tarea compartida por todos. Necesitamos la participación de familia, escuela y sociedad para que los niños se conviertan en ciudadanos comprensivos, autónomos, que admitan diferentes puntos de vista llegando a acuerdos sin recurrir a medios violentos… Con la educación intercultural a través de la música podremos desarrollar capacidades cognitivas, afectivas y sociales que impulsen en los niños actitudes críticas positivas, para que al integrarse paulatinamente en la sociedad en la que se encuentran inmersos, la mejoren y transformen con nuevos valores éticos-morales propugnados entre estos tres ámbitos sociales que influyen en el niño.


domingo, 6 de abril de 2008

"SEMANA INTERCULTURAL"

Hemos pensado que se podrían transformar las jornadas culturales de los colegios en Jornadas Interculturales, con los siguientes posibles apartados:

-Recopilación de músicas, canciones y bailes de todas las culturas presentes en el colegio.
- Exposición de artesanía, productos, orfebrería, arte, bibliografía, etc., bajo el lema "La Tierra, punto de Encuentro".
- Encuesta por clases, de los orígenes remotos de las familias de los/as alumnos/as.
- Día de las especialidades gastronómicas, con ágape/degustación de profesores, padres y alumnos.
- Videos informativos sobre paisajes, costumbres, tradiciones y lugares de origen de las minorías.
- Cine-forum a partir de películas étnicas adecuadas a las edades de los alumnos. Elaboración de un catálogo comentado sobre películas de interés étnico.
- Día de las ONGs : desarrollo de talleres por las ONGs presentes en el entorno y que quieran colaborar en las jornadas.
- Olimpiada de los Juegos Cooperativos : elaborar previamente catálogo de juegos cooperativos.

"Pistacho, el perro verde"




Cuento en verso para trabajar la interculturalidad en la escuela:

Tuvo la perra Marcela
-puede que alguien lo recuerde-
tres cachorritos canela,
cuatro grises y uno verde.


“¡Qué disgusto y qué sofoco!;
¡Vaya perro tan extraño!
Y si lo lamiera un poco...
Y si le diera un buen baño...”


Lo echó de cabeza al río,
lo sumergió unos instantes:
salió morado de frío,
pero más verde que antes.

Y Marcela lo lamía
entre lamento y lamento,
pero el perrito seguía
tan verde como un pimiento.

“A este chucho mamarracho,
con un color tan feúcho,
le voy a llamar Pistacho
y lo voy a querer mucho”.

A Pistacho, desde chico,
le gustaba coger flores
y pintar con el hocico
mariposas de colores.


Ver las hojas en otoño,
sentarse a mirar la luna
en la rama de un madroño
con una gata moruna...

En aquel barrio apartado,
entre burla y cotilleo,
los perros daban de lado
a un chucho tan raro y feo.


Marcela, siempre pendiente,
sufría cada vez más:
“¡Ojalá fuese corriente
como todos los demás!”

Pistacho, al verla llorar,
tomó una gran decisión:
dejar de ser singular,
ser un perro del montón.


Se tiñó de gris el pelo.
Se pasó días enteros
persiguiendo con su abuelo
a los gatos callejeros.

Imitando sin parar
a los perros que veía
consiguió ser popular,
pero perdió la alegría.

Y así se hubiera tirado
toda su vida perruna
si no se hubiera mojado
con una lluvia oportuna.

No era una lluvia cualquiera,
era un regalo del cielo
que llegaba en primavera
a volverle verde el pelo.

Otra vez de su color,
empapado y hecho un lío,
fue a ver si entraba en calor
tomando el sol en el río.

Y vio de pronto algo extraño:
un animal sorprendente
se daba en el río un baño
mirándolo fijamente.

“¡Qué perro tan fascinante!,
¡qué color tan especial!,
¡qué aspecto tan elegante!,
¡qué can tan original!

¡Pero si ese rabo es mío!;
lo que veo es mi reflejo
que me lo devuelve el río
como si fuera un espejo.

Pues me gusto como soy,
verde, alegre y vivaracho;
así que a partir de hoy
voy a ser siempre Pistacho.”

Aquella hermosa mañana
regresó a su casa el perro
verde como una manzana
y gritando desde el cerro:

“Yo soy verde, sí, señores,
y me gusta dibujar
mariposas de colores
y ver las hojas volar”.

Y ahí va un consejo perruno:
“No hay que ser perro normal:
cada uno es cada uno
y cada quien, cada cual”.

Carmen Gil

viernes, 28 de marzo de 2008

lunes, 17 de marzo de 2008

"Educación Intercultural"

"Interculturalidad: un reto para nuestra escuela"


Es un hecho contrastado que la sociedad actual española se encuentra en un proceso de cambio continuo y con ella, también, el sistema educativo. En los últimos años el mundo ha experimentado una profunda transformación en aspectos tan diversos como el económico, el social, el político, las comunicaciones, las relaciones familiares o los sistemas educativos, entre otros muchos. Al mismo tiempo, la sociedad está viendo cómo importantes masas de grupos humanos se desplazan de unos continentes a otros, en busca de una mejor calidad de vida y de un mayor bienestar para sus hijos. Estos cambios, también, han afectado a la escuela en diversos órdenes: la llegada de las nuevas tecnologías; una mayor dotación económica que ha posibilitado que los centros escolares estén cada vez mejor equipados tanto en recursos materiales como humanos, etc.; todo ello en aras de una mejor calidad de la enseñanza. Pero, sobre todo, la escuela se ha visto afectada desde un aspecto muy concreto, el relacionado con el multiculturalismo y la necesidad de darle una solución educativa viable. Efectivamente, la llegada de inmigrantes, y con ellos sus hijos, ha dado lugar a un nuevo planteamiento educativo de una mayor complejidad de partida que el que hasta ahora se contemplaba en el sistema educativo español, y que tiene como referente la educación intercultural, producto de la gran heterogeneidad de alumnos que se concentran en nuestras aulas y que necesitan una respuesta adecuada, capaz de resolver los diferentes conflictos que en ella se originan, no solamente por desconocer el idioma, sino también por el desconocimiento entre las culturas.

Esta llegada masiva de inmigrantes ha provocado un toque de atención entre todas las instituciones tanto nacionales, como autonómicas o locales, ya sean de carácter educativo o social, que ha dirigido sus actuaciones hacia una mayor implicación en el proceso educativo que se ha de seguir con estos alumnos y en una puesta a punto dirigida a permitir que todo este contingente humano, portador de su propia cultura y conformada por unos valores, de unos criterios de conducta y de unos determinados roles sociales, pasen a formar parte de ella sin ningún contratiempo.

La tarea, sin embargo, no es nada fácil y requiere de un gran esfuerzo por parte de todos, como quedó claro en la UNESCO, durante la reunión mantenida en 1996, y que se recogió en el informe redactado por la Comisión presidida por Jacques Delors, al definir para la educación del futuro unas reglas básicas, que se han de convertir en los cuatro pilares de la educación para el siglo XXI, que son:

- Aprender a conocer, mediante el dominio de técnicas instrumentales encaminadas a conocer nuestro entorno.
- Aprender a hacer, mejor junto a otros, aunque sean diferentes, que en soledad o en compañía de aquellos que son como yo.
- Aprender a vivir juntos, donde cada uno respete las diferencias de los demás y aprenda de ellas para conformar un mundo mejor
- Aprender a ser, donde cada uno debe desarrollar su propia personalidad, enriqueciendo de esa manera la sociedad en la que vive.

Basándonos en estos principios básicos la sociedad en general y la escuela en particular debe plantearse como objetivo prioritario lograr que desde los más pequeños a los de más edad, tanto de forma individual como de forma colectiva convivan en paz y en armonía a partir del conocimiento de la cultura del resto de los individuos que conforman la sociedad que hoy nos ha tocado vivir a todos.

domingo, 16 de marzo de 2008

miércoles, 12 de marzo de 2008

¿Para qué una Educación Intercultural?





• Para acoger e integrar al nuevo alumnado y a su familia en el centro educativo y en la sociedad, superando el desarraigo que acarrea el hecho de emigrar.


• Para que las personas no hispanohablantes superen la barrera idiomática y el resto del alumnado aumente sus competencias lingüísticas.


• Para educarnos en valores, previniendo la xenofobia y el racismo, profundizando en la tolerancia y la democracia.


• Para el enriquecimiento cultural a través del intercambio y para favorecer un pensamiento abierto y crítico.


• Para ahondar en el conocimiento de nuestra identidad cultural y compartirla con las personas que deciden convivir con nosotros.